ANECDOTAS. LA RESPUESTA ESTA EN EL VIENTO
Parafraseando a Bob Dylan, autor de este título y contemporáneo de las fechas que estamos recordando, me meto en faena.
En el curso escolar 73/74, es decir 4º curso de Bachiller para nosotros, al padre Marín se le ocurre hacer dos grupos de alumnos para dar una serie de charlas, en las que previamente se le había solicitado que nos hablase, entre otras cosas de sexo, era la edad hormonal correspondiente. Ignoro la preparación que podía tener él en ese tiempo, por el celibato, por las ordenes que tenía, y el entorno en que nos moviamos con el régimen, e ignoro qué prentendiamos nosotros que nos pudiera contar él, aunque había mucha ilusión por nuestra parte por descubrir algo a lo que no teniamos acceso a ninguna información.
Por mi fecha de nacimiento, yo le llevaba a muchos de mis propios compañeros de curso, casi un año de edad mayor, y a los que venian detrás, hasta tres años.
Ignoro con qué criterios, al fraile se le ocurre meterme en el grupo de los pequeños, tal vez yo lo era de estatura. Me sentó como una patada en la entrepierna. Era como pasar de 1ª división a 2ª B, sin escala. Pasé de ser participativo, a ponerme en las filas de atrás y pasar de todo.
Ese año era el último que podiamos estar los teresianos en Baeza, en 5º teniamos que ir a hacerlo a Córdoba. Allí tenía dos paisanos un curso superior a mi, Emilio Sáchez (fraile) y Antonio ¿Prieto? (médico), y se me iban la mayoría de mis compañeros y paisanos para ese año. Por lo tanto lo más normal es que yo hubiese seguido esos mismos pasos. No tenía la respuesta todavía.
A final de curso el P. Marín nos hizo pasar por el despacho a todos para preguntarnos si ibamos a irnos a Córdoba. Povedano, Bolivar, Dieguito, Cervera, etc. todos dijeron que sí. Cuando me llegó mi turno, la respuesta salió automática: No voy porque no tengo vocación. Esa fue la respuesta en relación a la jugarreta de pasarme a 2ª División, de pasarme a mi entender, con los parvulitos.
Hoy me alegro de aquella decisión, más después de escuchar la experiencia que tuvieron algunos de esos compañeros. Tal vez de no haber existido aquella decisión hoy podría ser fraile. ¡ A saber !
0 comentarios