OTRA HISTORIA VERIDICA. Por PACO Gandia
UNA DE SONAMBULISMO.
Había un compañero, creo recordar RAFAEL OLMOS, que era sonámbulo, y que algunas noches le daba por levantarse dormido, y darse unos paseos por el dormitorio, pasillos exteriores,y alguna vez al patio.
al escuchar los ruidos, siempre había algún fraile, normalmente el padre JOSE MIGUEL, que lo cogía suavemente y lo devolvía a su cama.
O el mismo, después de darse una vuelta, se metía en su cama.
O como una vez vi como se metió en la cama del compañero de al lado; y este asustado ni se movió en toda la noche por no despertarlo.
Cuando en la oscuridad de la noche, en aquel inmenso dormitorio, con aquel frío en las noches de invierno, que te calaba hasta los huesos, que para quitártelo te ponías hasta cuatro mantas encima; y escuchabas un ruido que te despertaba, y de pronto veías una figura siniestra que al mismo tiempo decía, con una voz que,con el silencio, retumbaba en toda la habitación, decía:....PEEEDROOO PEEEDROOO DOOONDEEE EEESTAAAS QUEEE NOOO TEEEE VEEOO... Te asustaabas, te acojonabas y esperabas que no se acercara a ti y se fuera a su cama y se durmiera.
Saludos.
Posdata:
Sierra con las historias que estoy contando, tendría que darte la pista del curso en el que estaba.
Por cierto estamos esperando que nos cuentes que te pasó el domingo que volviste al colegio algo piripi.
Había un compañero, creo recordar RAFAEL OLMOS, que era sonámbulo, y que algunas noches le daba por levantarse dormido, y darse unos paseos por el dormitorio, pasillos exteriores,y alguna vez al patio.
al escuchar los ruidos, siempre había algún fraile, normalmente el padre JOSE MIGUEL, que lo cogía suavemente y lo devolvía a su cama.
O el mismo, después de darse una vuelta, se metía en su cama.
O como una vez vi como se metió en la cama del compañero de al lado; y este asustado ni se movió en toda la noche por no despertarlo.
Cuando en la oscuridad de la noche, en aquel inmenso dormitorio, con aquel frío en las noches de invierno, que te calaba hasta los huesos, que para quitártelo te ponías hasta cuatro mantas encima; y escuchabas un ruido que te despertaba, y de pronto veías una figura siniestra que al mismo tiempo decía, con una voz que,con el silencio, retumbaba en toda la habitación, decía:....PEEEDROOO PEEEDROOO DOOONDEEE EEESTAAAS QUEEE NOOO TEEEE VEEOO... Te asustaabas, te acojonabas y esperabas que no se acercara a ti y se fuera a su cama y se durmiera.
Saludos.
Posdata:
Sierra con las historias que estoy contando, tendría que darte la pista del curso en el que estaba.
Por cierto estamos esperando que nos cuentes que te pasó el domingo que volviste al colegio algo piripi.
6 comentarios
rsm -
¡Como la vida misma!
rsm -
cesar -
Ambrosio P. de la Cuesta -
Lo gracioso es que unas semanas antes que tú otro compañero, Paco Conde, le pasó lo mismo que a ti. Pero este convenció al hermano Rafael, de que lo que le pasaba era que había tenido una mala digestión y por eso estaba vomitando tanto; y este lo mandó al dormitorio para que se pusiera mejor.
y eso es todo.
El que realmente tiene que acordarse de esto es Cesar. Que cuente toda la historia.
Saludos.
rsm -
césar -