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Antiguos Alumnos colegio S. Juan de la Cruz

LADRONZUELOS, CHORICILLOS, CACOS ....

Ahondando en los recuerdos, los primeros años de colegio, hechos unos niños, íbamos al cine Primitivo, yendo en dirección al Polideportivo, a medio camino. Para ello, los frailes nos facilitaban unas papeletas en blanco, donde imprimian un sello del colegio con el logotipo de los carmelitas, eso nos daba derecho a asistir al cine, donde nos daban casi siempre una especie de colgante u otra cosita en miniatura. Facilitándonos a todos esas papeletas, no sé el motivo por el que se hacían duplicados de esos sellos falsificandolos, logicamente se hacian cuando el sello estaba recien hecho y el falsificado salía en negativo. Supongo que lo harian algunos que por algún motivo estuvieran castigados a no ir al cine, pero el caso es que yo los veía hacer. Después los frailes acordarian con el cine Montemar, y dejamos de ir al anterior, que poco después se cerró. Por cierto, del cine Montemar me expulsaron en una ocasión por tonto. Muchos  compañeros jugaban por encima de las sillas cambiandose de fila y asiento, aquello paracía de todo menos un cine. Los acomodadores estaban moscas, y tenian que parar aquello, justo en el momento que lo hice yo, y me cogieron de la oreja y a la calle.

En ese tiempo los frailes nos administraban los dineros a todos, como en una especie de banco. Nuestros padres dejaban un fondo a los frailes, del cual descontaban los materiales escolares que necesitabamos,(aún conservo la regla, la escuadra y el cartabón y el Atlas) y por otro lado, los dineros que cada fin de semana, antes de salir a la calle, le soliamo pedir, a un fraile llamado Juan, creo recordar, un poquito más mayor que los demás frailes. No recuerdo las cantidades, pero seguramente que no pasaría mucho de los cinco o diez duros, por decir algo.

Con ese dinero teniamos para comprarnos nuestras chuches, más tarde para algún cigarrillo o alguna caña, o para jugar a las máquinas recreativas, sobre todo al Clipper, era la tecnología de entonces, nada comparable a lo que han tenido nuestros hijos.

Se ve que en algún momento de esta historia, la mecánica se rompió, y algunos compañeros manejaban dinerillos independientemente de ese fondo, tal vez para no dar explicaciones de en qué te lo ibas a gastar, algo por otra parte que ignoraba. Hasta que en cierta ocasión, que fuimos a jugar al Polideportivo,  desvalijaron las taquillas, con las consecuentes quejas de los compañeros que se vieron perjudicados. Hasta ese momento, todo había ido como la seda en ese aspecto, nadie se quejó de ningún robo, como verdaderos hermanos. Posteriormente volvió a suceder dentro del colegio y alguna vez más en el Polideportivo. Los frailes nos hicieron pasar por una habitación para preguntarnos individualmente a todo el colegio, si conociamos quién lo había hecho, o si sospechabamos de alguien. De allí no salió nada en claro, nunca supimos quién fue el autor o autores de los hechos, pero hay un hecho curioso que no quiero pasar por alto. Los hechos ocurrieron en el curso escolar 73/74, al siguiente año, algunos teresianos se fueron a Córdoba, y ya nunca se escuchó hablar de más robos, ni en ese año, ni en los siguientes . Con esto, no trato de inculpar a nadie, pero casualidades de la vida, ocurrió así.

 

 

7 comentarios

rsm -

Ambrosio, dame datos tuyos que haga memoria. De donde eres, de que curso etc. y cuelga alguna foto coño.

CESAR -

gracias, ambrosio en lo que me compete por este piropo jajjajajaj
un saludo tio

Ambrosio P. de la Cuesta -

Hola Rafael, me alegro mucho de poder saludarte despues de tantos años; aunque no te acuerdes ni de mi nombre ni de mi cara.
A mí me paso lo contario, cuando empezaron a circular los nombres de los compañeros que asistian a las reuniones; me sonaban casi todos; Sierra, Cervera, Lucena, Melguizo, carmona, Casado, Prieto, Bolivar, Hierrezuelo..... Pero mi sorpresa fue que cuando se colgaron las primeras fotos, no conocía a nadie, miraba y miraba y nada.
A demas casi me da una depre, mas que una reunión de viejos compañeros del colegio, parecía una excursión del INSERSO en Roquetas de Mar.
Yo esperaba ver a chavales de 13, 14, 15 ó 16 años, con pantalones acampanados y media melena con flequillo y no se por que en blanco y negro y con musica de fondo
algo de mí
algo de mí
algo de mí
se va muriendo
Y me encuentro fotos en color, con gente entradita en años, algo rellenita, con el pelo cano (al que le queda), y sino calvorota.
Hasta que me miré en el espejo, y medí cuenta que yo tambien estaba viejo, gordo, medio calvo y con canas.
Creo recordar que en la casa de mis padres tengo que tener algunas fotos de aquella época; voy a ver si las encuentro en el baul de los recuerdos, y las cuelgo, eso serí un milagro..
en una de ellas estabas tú.
Saludos.
Posdata:
Ya que conservas muy bien la memoría, no como otros que necesitamos palillos de pasa, tienes que contarnos que fue lo que te pasó cuando un domingo legastes al colegio algo alegrote.
Con el tiempo y remirando detenidamente las fotos, creo ponerle cara a algunos nombres; precisamente al tuyo, a Cervera, a Lucena y al "aguelete" que está delante de la chimenea,Cesar, que aunque era el mayor siempre tenia el espiritu más Joven. Y de la reunión de Baeza, al único que le pongo cara es a Hierrezuelo, que parece que ha encontrado el elixir de la eterna juventud.

rsm -

Como se nota Ambrosio que los practicabas, sabes y describes perfectamente la metodologia. Un saludo.

rsm -

Lo siento Ambrosio, no recuerdo ni tu nombre. Muchas gracias por tu apunte.

Ambrosio P. de la Cuesta -

Lo de hacer los duplicados "fotocopiando" el sello original en negativo, echando le un poco de vaho, cuando aun estaba fresco, y lo imprimías en otra papeleta. Tenía la crematística funcion de disponer de 2 entradas para ir al cine. Ya que en aquella época, los fines de semana se proyectaban dos películas. Con lo cual, veías dos por el precio de una.

Lo malo fue, que las matemáticas no fallan, y sumando todas las papeletas, tanto las originales como las "fotocopias", se dieron cuenta del engaño.
Como consecuancia el Padre Delfín, que por aquel entonces era el director, nos reunió, nos reprendió, nos abroncó y nos castigó un mes sin ir al cine.
Así creo recordar que fue, por que después de casi 40 años la memoria, con la vejez suele fallar.
Saludos Ambrosio.

Jose Abril -

Pues a mí en el curso 71/72, o sea, recién llegados, me birlaron 500 pesetas de la época, una pasta...
Porque no tuve la precaución de llevárselas al padre, que tampoco me acuerdo de su nombre, por lo que me pasé un trimestre a dos velas.